Que la mujer atienda la casa y el hombre traiga el dinero para subsistir sin derecho a réplica es cosa del pasado. Lo justo es que ambos trabajen y ayuden con las responsabilidades hogareñas, porque ciertamente cualquier tarea se torna más sencilla si tenemos un buen compañero. Pero si queremos que funcione debemos dejar claras algunas cosas, así que algunos consejos simples podrían ser de mucha ayuda.

Horarios y organización

Es indiscutible que lo mejor es compartir responsabilidades, pero para evitar malos entendidos o excusas lo mejor es repartirnos las tareas de forma justa y sin que ninguno sienta que "hace más" que el otro, porque esa sensación da paso a resentimientos y discusiones futuras que podrían evitarse con sólo ponernos de acuerdo previamente.
Así como tenemos reglas en casa, deberíamos también establecernos reglas para que la casa no se venga abajo ni caiga sobre los hombros de uno solo. Que ambos ayudemos es la mejor manera de mantener todo en orden y de mantenernos más unidos, además siempre podemos encontrar formas creativas de realizar cualquier tarea sin dejar de lado la diversión y la camaradería.

Compartir responsabilidades es cuestión de consideración

Si pensamos en vivir con nuestra media naranja, casarnos y formar un hogar debemos ser considerados en todo momento. Vivir en pareja no es nada sencillo, sobre todo si cada quien tiene hábitos o manías que pueden molestar al otro. Pero cualquier aspereza puede ser limada si nos comunicamos, mantenemos la paciencia y tratamos de ponernos en los zapatos del otro. La consideración es la clave para que ambos puedan sentirse a gusto y en casa.

Muchos novios deciden vivir juntos antes de casarse para ir adaptándose y que la convivencia no sea un problema después de la boda. De ser así siempre es buena idea comenzar a ahorrar con tiempo para optar por una casa, aunque también podemos rentar un apartamento de cualquier tipo porque la oferta abarca desde apartamentos amplios hasta alquiler de oficinas en caracas. Lo que sea que necesitemos podemos encontrarlo si buscamos con paciencia un sitio que se adapte a nuestras necesidades.

Lo más importante es que la pareja permanezca unida en todo momento, apoyándose mutuamente para formar un hogar lleno de alegría, armonía y cariño. Que la boda no sea la meta final porque, de hecho, es el comienzo de toda una vida juntos para ayudarnos, respetarnos y querernos. Y a disfrutar del amor, que las responsabilidades siempre se minimizan si trabajamos en equipo.